Dra. Marcela Mar
La enfermedad demencial como entidad que incluye a la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, demencia por cuerpos de Lewy y otras, constituye un problema de salud desafiante en el mundo entero por el incremento de su prevalencia, el impacto en la salud integral del propio enfermo, las repercusiones en su entorno socio-familiar y el costo desequilibrante para un sistema sanitario no preparado en su atención.
Si esta enfermedad es un desafío para sistemas de salud organizados como pudiesen ser los de algunos países desarrollados, definitivamente es una enfermedad que impone grandes retos en un país como el nuestro.
El intento de establecer su prevalencia en nuestro país, se supone cercana a la estimada en países desarrollados (10%), muestra el primer desafío; encontrar el instrumento apropiado en nuestro medio para la detección del déficit cognitivo y, que sea capaz de superar nuestra variedad poblacional en cuanto a nivel de alfabetización y nivel de estudios necesarios para la aplicación de los instrumentos utilizados y estandarizados en otros países.
La detección precoz de esta enfermedad, útil para intentar tratamientos, medidas de intervención, preparar al paciente y su entorno para enfrentar la enfermedad; se ve limitada entre nosotros por el desconocimiento de la población general y lo que es peor de la propia comunidad médica para reconocer los síntomas de enfermedad demencial al asumirlos como “normales” o “propios de la edad”.
El costo que involucra: el tratamiento farmacológico, el participar de programa de rehabilitación, la disponibilidad de recursos materiales y recursos humanos para un adecuado cuidado; es definitivamente otro factor limitante entre nosotros, para alcanzar el adecuado tratamiento de estos pacientes.
Pese a todo lo antes expuesto contamos con un pequeño grupo de profesionales dedicados a trabajar en el desafiante campo de la demencia, contadas instituciones estatales que destinan recursos para su tratamiento, el inmensurable cariño de los familiares concientes y deseosos de dar de si para mejorar la calidad de vida de ellos, por lo que cualquier esfuerzo para una intervención pronta, oportuna y adecuada del paciente demente es meritorio y hace necesario el sumar esfuerzos para intentar cambiar la realidad de la demencia en el Perú.
Con esta intención ponemos a su disposición este espacio en esta pagina, con la intención de compartir información, experiencias, intercambiar opiniones y sea otro el rostro del paciente con demencia en el Perú.
